La hipnosis como procedimiento terapéutico, puede ser considerada
como una de las técnicas más antiguas que se conocen para provocar
cambios en los procesos cognitivos, afectivos, psicofisiológicos,
perceptuales y conductuales a través de la sugestión (Edmonston, 1986;
Ellenberger, 1970; Gauld, 1992). Actualmente asistimos a un renovado
interés por la hipnosis y sus posibles aplicaciones, particularmente en el
campo del control y manejo del dolor agudo y crónico (Capilla Ramírez
y González Ordi, 2010; González Ordi, 2005 y 2006; Jensen, 2009 y 2010),
las reacciones de ansiedad y estrés (González Ordi, 2002), depresión
(Yapko, 2006), y manejo de adicciones (Lynn y Kirsch, 2006).
Según la American Psychological Association, Division 30: Society of
Psychological Hypnosis (2005) “la hipnosis supone un proceso durante
el cual al sujeto se le administran sugestiones que fomentan experiencias
imaginativas (…) La inducción hipnótica se utiliza para estimular y evaluar
respuestas a las sugestiones. Durante la hipnosis, el sujeto es dirigido por el
hipnotizador con el fin de que responda a sugestiones que producen cambios
en la experiencia subjetiva, alteraciones en la percepción, sensación, emoción,
pensamiento o conducta”. El proceso hipnótico es en esencia una relación
de comunicación entre hipnotizador e hipnotizado que pretende generar
comportamientos determinados basados en cambios en la experiencia
subjetiva, respuestas somáticas y ejecución motora en función de ciertas
sugestiones previas. En la medida en que este comportamiento se ajusta
mejor a las sugestiones administradas, el sujeto es más hipnotizable; en la
medida en que el comportamiento no es congruente con las sugestiones
administradas, el sujeto es menos hipnotizable.
Las técnicas de inducción facilitan una serie de cambios en las
características de los individuos que los predisponen a una mayor
receptividad a las sugestiones, favoreciendo (González Ordi, 2001):
• Las expectativas de éxito sobre el proceso hipnótico.
• Actitud no crítica hacia el contenido de las sugestiones.
• Motivación dirigida a los objetivos planteados.
• La adopción del rol de sujeto hipnotizado, que esencialmente
implica “dejarse llevar por las instrucciones del terapeuta”.
• Creencia en y conformidad con el proceso hipnótico.
• Aumento de la sugestionabilidad.
• Focalización de la atención en el contenido del mensaje estimular,
desatendiendo a los estímulos no relevantes al mismo.
• Mayor realismo y viveza en la imaginación.
• Mayor implicación emocional en el contenido de las sugestiones.
• Aumento de las sensaciones subjetivas de relajación.
• Mayor sensación de la automaticidad del comportamiento:
involuntariedad.
Este conjunto de variables, actuando convergentemente, favorecen la
motivación del sujeto o paciente ante la posibilidad del cambio terapéutico,
flexibilizando su actitud crítica y potenciando sus capacidades cognitivas
para producir modificaciones en la dirección de los objetivos clínicos
propuestos.
En esta ponencia se exponen los siguientes aspectos referidos a la
aplicación de las técnicas de hipnosis en el ámbito clínico:
1. ¿Qué no es hipnosis?: principales mitos y concepciones
erróneas sobre la hipnosis.
2. ¿Cómo funciona la hipnosis? : características básicas.
3. ¿En qué aspectos puede ayudarnos la hipnosis clínica en el
manejo de las adicciones?
La hipnosis es una herramienta terapéutica flexible y adaptable a distintos
sistemas y contextos de trabajo. De hecho, se define la hipnosis clínica
como el empleo de las técnicas de sugestión como coadyuvantes de los
sistemas terapéuticos establecidos (Rhue, Lynn y Kirsch, 1993). Teniendo
esto en cuenta, puede contribuir significativa y eficazmente al manejo
de la adicción si orientamos el empleo de la sugestión en los siguientes
aspectos:
1. Enseñar estrategias de autocontrol y autorregulación a los pacientes,
centradas en:
• Manejo y reducción de la ansiedad.
• manejo y reducción de la sintomatología asociada a la abstinencia.
• búsqueda de estrategias alternativas de respuesta al deseo de
consumo.
2. Manejo y prevención de recaídas, centrado en:
• En exposición imaginada bajo hipnosis a situaciones de alto
riesgo de consumo.
• Maximización de la autoimagen de “no consumidor”.
Estos objetivos clínicos se plantean dentro de un protocolo operativo
en cuatro fases del proceso hipnótico que incluye una fase preinductiva
(con dos objetivos principales: reestructurar los mitos y concepciones
erróneas sobre la hipnosis y evaluar la hipnotizabilidad del paciente),
una fase de aplicación de las técnicas de inducción hipnótica, una de
administración de sugestiones específicas que faciliten el cambio de
conducta y, finalmente, una fase posthipnótica que se centra en enseñar a
los sujetos a autoaplicarse las sugestiones y hacerlo en situaciones de su
vida cotidiana (González Ordi, 2001).
REFERENCIAS DE INTERÉS
- Capilla Ramírez, P. y González Ordi, H. (2010). El papel actual de la hipnosis en el tratamiento del dolor
crónico. Revista de la Sociedad Española de Dolor, 17, 88-89.
- Edmonston, W.E., Jr. (1986). The induction of hypnosis. New York: John Wiley & Sons.
- Ellenberger, H.F. (1970). The discovery of the unconscious: The history and evolution of dynamic psychiatry.
New York: Basic Books (versión en castellano: El descubrimiento del inconsciente. Madrid: Gredos, 1976).
- Gauld, A. (1992). A history of hypnotism. Cambridge: Cambridge University Press.
- González Ordi, H. (2001). La hipnosis: mitos y realidades. Archidona (Málaga): Aljibe.
- González Ordi, H. (2002). Técnicas de sugestión en el control del estrés. En E.G. Fernández-Abascal y
M.P. Jiménez Sánchez (Eds.), Control del estrés (pp. 301-325). Madrid: UNED Ediciones.
- González Ordi, H. (2005). El empleo de las técnicas de sugestión e hipnosis en el control y reducción
del dolor: implicaciones para la psicooncología. Psicooncología, 2, 117-130.
- González Ordi, H. (2006). Hipnosis clínica: aplicaciones de las técnicas de sugestión en psicología clínica
y de la salud. Psicología Conductual, 14, 467-490.
- Jensen, M.P. (2009). Hypnosis for chronic pain management: a new hope. Pain, doi:10.1016/j.
pain.2009.06.027
- Jensen, M.P. (2010). Psychosocial approaches to pain management. Pain, doi: 10.1016/j.pain 2010.09.002.
- Lynn, S.J. y Kirsch, I. (2006). Essentials of clinical hypnosis. An evidence-based approach. Washington, DC:
American Psychological Association.
- Rhue, J.W., Lynn, S.J. y Kirsch, I. (Eds.) (1993). Handbook of clinical hypnosis. Washington, DC: American
Psychological Association.
- Yapko, M. (Ed.) (2006). Hypnosis and treating depression. London, UK: Routledge.
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